Además de que son un regalo al paladar, el pescado y los mariscos son alimentos que aportan al consumidor una larga lista de beneficios, pero son propensos a la propagación de bacterias nocivas, cuando se les manipula inadecuadamente.
Para evitar su descomposición se deben seguir procedimientos de orden sanitario y físico, en que la cadena de frío se convierte un factor de cumplimento necesario.
Antes que nada, se debe observar que el pescado y los mariscos expuestos al público, en el punto de venta, se encuentren cubiertos o rodeados de hielo y libre de adornos, como los vegetales y los objetos plásticos, porque pueden retener gérmenes que aceleren su deterioro.
Se recomienda que la adquisición del pescado y los mariscos se deje para el final de la jornada de compras del diario, para que la pérdida de frío entre el punto de venta y el hogar sea mínima.
Si no se le consume el mismo día, se le debe limpiar y guardar en refrigerador lo antes posible. En el caso del pescado, si las piezas son enteras o grandes deben guardarse envueltas en un paño limpio y húmedo y si las piezas son pequeñas o el pescado está cortado en trozos, en un recipiente tapado.
Con estas previsiones adoptadas, el producto se conserva en el refrigerador, en perfectas condiciones, durante dos días y, en el congelador (particularmente los pescados magros y planos) durante seis meses.
Además de los procedimientos básicos mencionados, la manipulación de pescado demanda el cumplimiento de ciertas consideraciones generales, como:
- La adquisición de los productos en comercios formales, que cuenten con los debidos permisos de funcionamiento.
- Evitar la compra de productos con aspecto y aroma desagradables.
- No descongelar y congelar los productos más de una vez.
- Descongelar a temperatura ambiente y preparar y consumir los productos lo antes posible.
En lo relacionado con la manipulación de los mariscos, se recomienda:
- Desechar los mejillones, almejas, ostras y otros moluscos bivalvos que tengan sus conchas rotas.
- Observar que los ojos de los calmares estén brillantes y salientes y que su carne se sienta consistente y elástica. Se debe evitar el consumo de calamares con la piel pegajosa o que muestre un color violeta intenso, olor penetrante y desprendimiento de la cabeza.
- Los camarones y langostinos no deben mostrar manchas negras, mal olor o desprendimiento de la cabeza y sus patas deben ser firmes y estar adheridas al cuerpo.
En el transporte y la comercialización de pescado y mariscos también se deben atender rigurosos procedimientos higiénicos y, en este aspecto, el Grupo Agroindustrial Tres Jotas se caracteriza por cumplir los más altos estándares de calidad.
Tres Jotas le garantiza calidad. Somos una empresa 100% costarricense, productora y comercializadora de carne de res y cerdo, pescado y mariscos, embutidos y huevos.