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La salazón es una técnica utilizada para conservar el bacalao en perfecto estado de consumo, desde hace mucho tiempo, y al convertir las proteínas en aminoácidos, da a la carne una textura, un sabor y un aroma especial.
Para consumir el producto es preciso eliminar al máximo la sal que contiene y el procedimiento no es tan fácil como meterlo al chorro de agua y agitarlo.
Pero, con paciencia, podemos desalar un trozo de bacalao fácilmente, si se siguen las siguientes recomendaciones:
- Puesto que el bacalao viene totalmente cubierto de sal, es prioritario ponerlo bajo del chorro de agua del tubo y frotar con los dedos. La labor se puede facilitar con la ayuda de un escurridor.
- Luego se le coloca en un recipiente con agua fría, con la piel hacia arriba y se le deposita en la refrigeradora, durante 12 horas.
- Se cambia el agua del recipiente y se coloca de nuevo en la refrigeradora, por otras 12 horas. Este procedimiento se debe repetir otras dos, tres o cuatro veces (dependiendo del grosor de cada trozo o de cada lado del trozo) hasta que el producto esté completamente desalado.
- En todo caso, use agua muy fría, para evitar que el bacalao se abra, y minimice los cambios de temperatura, para que no influyan en los tiempos del proceso.
- Una vez que esté desalado, se le debe mantener en refrigeración, para evitar que se descomponga (de la manera en que debe hacerse con otros productos no perecederos).
Además de exquisito, el bacalao es un producto altamente beneficioso para la salud:
- Contiene muy poca grasa.
- Es bajo en calorías.
- Aporta nutrientes que mejoran la concentración y el rendimiento intelectual.
- Contiene ácidos grasos Omega 3, que contribuyen a reducir los niveles de colesterol en la sangre.
- Contiene propiedades antiinflamatorias, importantes para proteger el corazón y el sistema cardiovascular.
Adquiera bacalao de calidad en nuestros centros de carne y disfrute de este producto en estas épocas.
